La muestra, comisariada por Eduardo Arroyo y Fabienne Di Rocco, propuso un homenaje al libro, a la narración, a la lectura y a la escritura, así como a las variaciones y metamorfosis de lo escrito, a través de las relaciones de la pintura y otras artes con la literatura. Iniciativas y  exposiciones se encargó íntegramente del diseño, la producción y el montaje.
Organizada en siete capítulos, el espacio expositivo contó con la presencia de:
17 retratos de San Jerónimo procedentes de colecciones privadas y públicas francesas y españolas, 7 de las cuales del Museo del Prado.
13 lienzos pintados en 1965 por Gilles Aillaud, Eduardo Arroyo y Antonio Recalcati a partir de la novela corta de Balzac “Une passion dans le désert”.
150 fotografías acompañando una instalación con la reproducción del cortometraje de Ramón Gomez de la Serna “El orador o la mano” y al cuadro colectivo “La Datcha”.
Tres salas con obras de los pintores Rafael Cidoncha, Carlos García-Alix y Sergio Sanz.
Cuatro salas con obras de Alfred Courmes, Jules Lefranc, Pierre Roy y Clovis Trouille.
Una reproducción de cine antiguo en la que se proyectaba El retrato de Dorian Gray, película de Albert Lewin de 1945, adaptada de la novela epónima de Oscar Wilde.
Una última sala en la que se presentaron un centenar de libros de lectura ardua, obras procedentes del Oulipo, obras letristas o desprovistas de ilustración y caligrafías “imposibles”.